domingo, 20 de mayo de 2012

Carreras de larga distancia: la ventaja de los africanos del este.


Que keniatas, etíopes o eritreos son mejores en las carreras de largas distancias es un hecho constatado.  Sin embargo, no es del todo fácil concluir la razón por la que esto sucede.

Posibles teorías y explicaciones hay muchas: relacionadas con la genética, los factores ambientales, e incluso psicológicos.

Algunos estudios evidencian que las diferencias significativas en los aspectos que benefician la carrera de larga distancia.

 Así, Saltin y col (1995) sugieren que los deportistas nativos de altura (kenianos, etíopes, etc.) no tienen valores de capacidad oxidativa muscular superiores a los observados en deportistas similares residentes a nivel del mar. No obstante, sí se ha observado en fondistas keniatas una mayor actividad de la enzima hidroxiacil CoA deshidrogenasa, principal enzima reguladora de la betaoxidación de los ácidos grasos.

 Es por tanto que gestionan mejor sus recursos metabólicos. Sin embargo, según Larsen (2003), no está claro si esta diferencia es debida a factores nutricionales, diferencias en los programas de entrenamiento, factores genéticos o al efecto de la residencia y entrenamiento habitual en altitud moderada.

Otros estudios como el de Alejandro Lucía y col (2006) nos presentan que el VO2max apenas difiere significativamente entre atletas caucásicos y keniatas, etíopes o eritreos (incluso en la élite, algunos caucásicos presentan mayores niveles de VO2max); no obstante, sí encontramos discrepancias relevantes en el gasto energético a una velocidad de 21km·h-1 a favor de los africanos.

Este hecho es posiblemente atribuible a las características antropométricas de los corredores. Y sobre todo a la economía de su carrera.

Según Kong and Heer(2008) los corredores de fondo de élite keniatas tenían un índice de masa y grasa corporal muy bajos, así como unas extremidades delgadas. En general, el período de tiempo de contacto del pie con el suelo era muy corto; y a pesar de que la fuerza de las piernas era relativamente baja, presentaban una ratio H:Q muy elevada.

Una gran cantidad de estudios ya han demostrado que los corredores africanos tienen mayor actividad enzimática, producen menos lactato para una velocidad correspondiente a un %VO2máx dado, poseen una mayor capacidad de mantener una velocidad de carrera, relativa a un %VO2máx, superior a los caucásicos.

Es el sumatorio de todas estas diferencias lo que les proporciona la ventaja frente a los demás atletas.

Y por si esto fuera poco, aún quedan parámetros que pueden ayudar a entender su superioridad: Uno de los que más se está estudiando actualmente es la mayor capacidad de termorregulación de los africanos en condiciones de altas temperaturas y altos índices de humedad.

Los estudios de Marino y col (2004) demuestran, que a temperaturas frescas (sobre 15ºC) la capacidad de termorregulación no difiere entre africanos y caucásicos, sin embargo, cuando se realizan las pruebas en condiciones de calor (35ºC) el rendimiento de los caucásicos cae en picado mientras que los africanos más o menos logran mantenerse. Las explicaciones para estos datos no están del todo claras, podrían deberse a factores de pigmentación cutánea o más probablemente de superficie corporal.

Todas estas razones, según mi opinión, serían la base por el cual se hace patente el dominio africano en las pruebas de fondo, con todo, pienso que hay algo más que les lleva al éxito: la necesidad.