Anteriormente ya vimos una pequeña introducción acerca de la importancia de estos nutrientes en nuestros organismos pero se quedaron en el tintero algunas cuestiones que ahora intentaremos aclarar.
Ya somos capaces de estimar la cantidad necesaria de proteínas según la actividad física que realicemos, y también hemos comprendido que no conlleva ningún tipo de riesgo para la salud consumir suplementos proteínicos (siempre y cuando no excedamos las cantidades recomendadas, llevemos a cabo una hidratación óptima y no sobrecarguemos nuestro hígado con la ingesta de alcohol u otros tóxicos...).
Ahora llega el momento de plantearnos si de verdad son necesarios los suplementos a la hora de hacer crecer el músculo ya que suelen ser sustancias caras, derivados de productos como la leche, el huevo, la soja... que pueden parecer algo cotidiano aunque para su fabricación es necesario un procesamiento bastante meticuloso que encarece el producto.

Una persona de 80 kg. de peso que se ejercite 3 veces en semana podría necesitar en torno a 150 gr. de proteína diariamente en su dieta, por lo tanto si es capaz de ingerir alimentos de calidad que le aporten tal cantidad habrá visto satisfechas sus necesidades de proteínas. Además si se hace con una alimentación cuidada, con la ingesta aportaremos a nuestro organismo otros oligoelementos como minerales (magnesio, zinc, potasio...) muy necesarios ya no solo para la formación muscular sino para el correcto funcionamiento de nuestros cuerpos.
Ahorraríamos dinero y no tendremos un déficit de otros nutrientes.
Ahora si, uno de los beneficios que nos conceden estos suplementos es la facilidad y rapidez en su ingesta, si no tenemos el tiempo suficiente para preparanos las comidas, o simplemente no nos gusta estar todo el día pendiente de lo que debemos comer para llegar a esa cantidad de proteínas/kcal al día podemos optar por la comodidad que nos ofrecen estos productos procesados. Teniendo siempre presentes que se tratan de suplementos y en ningún momento deben convertirse en un sustituto de nuestras dietas.
En caso de utilizarlos ¿Cuándo debo tomarlos, antes del ejercicio, después...?
En este tema, hay una cierta controversia. Pero podría asegurarte que depende del tipo de proteína que tomes ya que no es lo mismo tomar una proteína de suero, de huevo, de soja...
Lo que infiere en esto es la velocidad de absorción.
Lenta absorción: el organismo las asimila a lo largo de las siguientes 4 horas de promedio después de su consumo, esto se debe a que son un poco mas difíciles de digerir para el organismo pero nos brinda un aporte más sostenido durante las siguientes horas.
Alimentos que la contienen: Huevo, caseinato de calcio, quesos grasos.
Rápida absorción: el organismo las asimila en cuanto inicia su descomposición en el intestino, esto es a los pocos minutos de tomarse.
Alimentos que la contienen: Leche (Suero de leche), pescado (atún), soja.
¿Entonces, cuál es el momento adecuado para consumir cada tipo de proteína?
Antes de entrenar: para garantizar que llegado cierto momento nuestro organismo no utilice las proteínas musculares para obtener energía, prodíamos tomar una de absorción media-rápida (suero o whey).
Después de entrenar: durante los 30 minutos después de acabar el entrenamiento, se abre la llamada ventana anabólica. En este momento debemos darle a nuestro cuerpo todos los nutrientes que sean posibles (azúcares y proteínas), ya que impedirán que se produzca catabolismo muscular (destrucción del músculo). La más adecuada para este momento es la proteína de suero aislada, de rápida absorción.
Cuidado con las dosis ya que no es tampoco conveniente que centremos todo el consumo de proteínas diario a la hora de entrenar, ya que quizás estemos sobreentrenando, valga la redundancia, a nuestro sistema renal y hepático.
Una gran cantidad de estudios han demostrado que consumir proteína inmediatamente antes y después de entrenar aumenta la masa muscular, las reservas de glucógeno y el índice de quema de grasas.
Un método que resulta también muy interesante consiste en acabar la sesión de musculación, ingerir azúcares y proteínas y realizar ejercicios aeróbicos como correr, hacer elíptica, o bicicleta. De esta manera las proteínas llegarán a las fibras musculares al ser estas irrigadas por la sangre en circulación durante el ejercicio de una forma más eficiente.
¿Que pensáis acerca de tomar proteína antes de irse a dormir? a partir de este momento, pasaremos muchas horas aporte de aminoácidos. Por ello puede ser aconsejable usar una de liberación gradual o de absorción lenta (de caseína o de soja*).
*La proteína de soja, a pesar de su precio, no es la más recomendable ya que no posee mucho valor biológico...
No quiero liarme más por no hacer una tercera parte, pero si tenéis más dudas, preguntas, o queréis consultar algo, dejadlo en comentarios, o contactad conmigo.
¡Espero que os resultara interesante!
¿Y tú?, ¿Consumes suplementos de proteína? ¿Qué piensas acerca de ellos?, intercambiemos opiniones.